Vidal Escabia, protagonista de Canon de cámara oscura, ha seleccionado setenta y un libros (Cervantes, Tristan Shandy, Cortázar, Karel Čapek, Sergio Chejfec, Gadda, Borges, Duras, Pitol, Banville Kafka, Beckett, Musil y siguen las firmas) en un cuarto oscuro de su casa, con la idea de escribir un canon desplazado, intempestivo e inactual, disidente de los oficiales. Cada mañana, elige al azar uno de ellos y saca a la luz un fragmento con destino al Canon, pero lo que desentraña su lectura influye en su vida y también en su escritura.
Las sospechas crecen en torno a si el narrador de la nueva novela de Enrique Vila-Matas, publicada este mes por Seix Barral, es un androide, un Denver-7 infiltrado entre la gente corriente de Barcelona o si, por el contrario, utiliza el Canon para dar sentido a su vida ante el amor desorbitado que siente por su hija ausente.
Estamos ante la nueva obra de un autor que lleva todo al extremo, que va más allá en su indagación sobre el sinsentido, el simulacro y la ficción como extrañas formas de vida, y también en su visión del arte literario como transmisión, colaboración y modificación de ideas ajenas.
Una búsqueda, en definitiva, de un sentido último de la escritura, al tiempo que explora temas como el doble o la ausencia infinita que dejan aquellos a los que amamos, “la misma ausencia que Eurídice le dejó a Orfeo y de la que muchos creen que nació la escritura”.

“Cuando me planteaba qué contar de este libro, me di cuenta de que el canon de Vidal son las lecturas en las que llevo yo embarcado un año y medio, libros que han colonizado mi despacho y que he manoseado de arriba a abajo”, dijo el autor español sobre su nueva obra, añadiendo que “nunca hay que fiarse de un canon porque es caprichoso, lo forma el gusto”.
No obstante, “un canon, como le dice al personaje su maestro Altobelli, puede que te ayude a tener un proyecto en la vida. Y esto funciona para el personaje y para el autor también. ¿Por qué la literatura no puede ser la vida? Muchas veces me han dicho que vivo demasiado en los libros, que tengo que humanizarme, y quizá este personaje es un intento de volverme más humano, se seguir ese consejo, con todo lo peligroso que eso puede ser”, concluye un enigmatico Vila-Matas.